Los miembros de este blog compartimos un acuerdo sobre los criterios que deberían guiar lo que hacemos. Aparece a la derecha del blog como las cuatro preguntas que se puede uno hacer ante cualquier acción y que conforman la prueba cuádruple de lo que se dice o se hace.
Venimos de tradiciones diferentes y tenemos profesiones igualmente diferentes, pero este es nuestro acuerdo de mínimos, que no significa que siempre lo cumplamos. Errare humanum est.
Como andino honoris causa la prueba cuádruple me recuerda los tres preceptos que los conquistadores incas del Cusco imponían a sus territorios conquistados y que ahora, curiosamente, aparecen en las respectivas Constituciones de Bolivia y el Ecuador: ama sua, ama llulla, ama qhilla en quechua (en el kichwa ecuatoriano es algo diferente, pero eso ahora no importa). Se trata de "no robar", es decir, no causar perjuicio a otro o, en positivo, actuar con buena voluntad. "No mentir", es decir, en positivo, buscar la verdad. Y "no ser perezoso" que, en positivo es procurar cosas que sean acciones beneficiosas para los participantes en las mismas.
Fruto de los tiempos (los incas no parece que estuviesen por la cuestión), la prueba cuádruple añade un cuarto elemento: la equidad, el juego limpio, la justicia.
Y desde ese acuerdo vamos a conversar.
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